El hematoma esplénico y la hiperplasia nodular son las lesiones no cancerosas más habituales encontradas en el bazo y representan un 20 – 41 % de todas las lesiones esplénicas. Son nódulos/tumores benignos de sangre coagulada. La eliminación quirúrgica es curativa.
El hemangiosarcoma es un tumor maligno habitual del bazo que se encuentra frecuentemente en perros viejos (8 – 10 años). Cualquier raza de perro grande parece tener un mayor riesgo, especialmente los pastores alemanes, golden retrievers, labradores y caniches.
Los signos asociados con los tumores esplénicos pueden ser leves e incluir debilidad o pueden ser más evidentes, p. ej.: colapso y muerte repentina si el tumor se rompe y se produce un sangrado interno. Las membranas mucosas, como las encías, pueden estar pálidas y es posible que aumenten las frecuencias cardíaca y respiratoria. Otros signos pueden incluir
- hinchazón del abdomen
- pérdida de peso
- falta de apetito
- desmayo o debilidad
El veterinario de atención primaria puede hacer varias pruebas para obtener un diagnóstico probable y preparar la cirugía. Estas pueden incluir análisis de sangre, análisis de orina, perfil de coagulación, examen del líquido obtenido del abdomen y radiografías de tórax y abdominales (figura 1). La ecografía de abdomen es otro método útil para identificar y clasificar los tumores del abdomen, así como de detectar líquido o sangre libre. Se puede recomendar la ecocardiografía (ecografía del corazón), dado que en algunos perros el tumor se puede extender al corazón.
La cirugía es el método principal de tratamiento para perros con tumores esplénicos. Esto implica la eliminación del bazo (esplenectomía). Se prefiere la eliminación del bazo a una biopsia, dado que sirve como procedimiento tanto diagnóstico como terapéutico (figura 2). Se estabiliza a los pacientes antes de la cirugía. Para ello puede ser necesaria una terapia con líquidos o una transfusión de sangre y la supervisión de cuidados intensivos.
El diagnóstico final depende de la exploración microscópica del tumor después de retirarlo en la cirugía. Los hematomas y hemangiomas esplénicos, así como otras enfermedades benignas, pueden tener síntomas clínicos similares y deben diferenciarse del hemangiosarcoma. Hasta 2 de cada 3 perros con tumores esplénicos tienen un tumor maligno (2/3 de estos son hemangiosarcoma). Los perros con un tumor esplénico perforado que necesitan una transfusión de sangre, tienen mayor probabilidad de recibir un diagnóstico de hemangiosarcoma. El resto de pacientes tienen tumores benignos que se tratan de forma eficaz con una esplenectomía.
Se debe limitar la actividad del perro solo a paseos cortos con la correa durante las primeras dos semanas de cicatrización. Es posible que el perro necesite un collar isabelino o una camiseta para evitar que se hiera a sí mismo en el sitio de la cirugía.
Los tumores esplénicos benignos se curan de forma eficaz con cirugía. Desafortunadamente, los tiempos de supervivencia de perros con hemangiosarcoma, con solo la cirugía, pueden ser de 2 – 3 meses o menos. Una supervivencia de un año se da en menos del 10 %. A la larga los perros mueren de enfermedad metastásica. La quimioterapia puede aumentar los tiempos de supervivencia en hasta 6 – 8 meses.
Las complicaciones relacionadas con la cirugía incluyen hemorragia (sangrado continuo), arritmias cardíacas (ritmo cardíaco irregular) y pancreatitis (que a menudo se manifiesta con vómitos). Se recomienda un ECG para detectar arritmias después de la cirugía. Aunque es posible que requieran tratamiento, la mayor parte de las arritmias se resuelven en 24 – 48 horas.
Fotos proporcionadas por cortesía de Elizabeth Hardie, Doctora en Medicina Veterinaria, PhD, Diplomada de la ACVS.