Desplazamiento de Abomaso y Vólvulo de Abomaso en Vacas

Associated Terms:
Abomaso Desplazado (AD), Abomaso Desplazado a la Izquierda (ADI), Abomaso Desplazado a la Derecha (ADD)

Resumen

Las vacas tienen un aparato digestivo especializado que les ayuda a procesar su dieta rica en fibra. Su estómago se divide en cuatro compartimentos diferenciados: el rumen, el retículo, el omaso y el abomaso. El rumen, el retículo y el omaso son preestómagos. El abomaso es el estómago “verdadero” de la vaca y su función se parece a la del estómago humano.

El abomaso pende de la pared abdominal con una fijación laxa, lo que significa que es posible que abandone su posición habitual, llenándose de gas y evitando el flujo normal de alimento a través del tubo digestivo (esta anomalía se llama desplazamiento de abomaso).

El desplazamiento de abomaso suele presentarse en vacas lecheras de alta producción. No se sabe exactamente por qué el abomaso abandona su posición normal. La mayoría de las alteraciones relacionadas con el abomaso ocurren en vacas lecheras durante los tres primeros meses de la lactación (producción de leche).

Existen dos tipos de desplazamientos de abomaso frecuentes:

  • abomaso desplazado a la izquierda (ADI), el más común;
  • abomaso desplazado a la derecha (ADD).

También es posible que el abomaso se retuerza sobre sí mismo y se forme el llamado “vólvulo” de abomaso, que puede interrumpir el flujo sanguíneo a este órgano. Si no se corrige con rapidez, el abomaso empezará a morir. Debido a la toxicidad generada por los daños del abomaso, el estado de las vacas que sufren vólvulo es mucho peor que el de aquellas con desplazamiento de abomaso.

Manifestaciones Clínicas

Desplazamiento de abomaso

  • Pérdida del apetito
  • Reducción de la producción de estiércol
  • Reducción de la producción láctea

Vólvulo de abomaso

  • Embotamiento, depresión, pérdida del apetito
  • Aumento de la frecuencia cardiaca
  • Grandes cantidades de gas y acumulación de líquido en el costado derecho
  • Producción de estiércol mínima
  • Deshidratación
Diagnóstico
Abomasal Displacement
Figura 1: zona típica de tañido delimitada en una vaca con ADI (imagen por cortesía del Dr. T.J. Divers).

El veterinario de atención primaria podría recomendar las siguientes técnicas diagnósticas:

  • Examen físico
  • Examen rectal
  • “Auscultación y percusión” simultáneas o “tañido” del abdomen. Cuando hay un órgano lleno de gas junto a la pared abdominal, como en el caso del abomaso desplazado, se oye un sonido metálico similar a un tañido (figura 1).
  • Introducción de una sonda nasogástrica en el estómago a través de la nariz para examinar el líquido del rumen
  • Análisis de sangre
Tratamentio
Abomasum
Figura 2: examen del abomaso durante la intervención quirúrgica con la vaca tumbada sobre el lomo.

En un principio, el objetivo del tratamiento del desplazamiento o vólvulo de abomaso es estabilizar a la vaca con un tratamiento de líquidos y soluciones de calcio y/o dextrosa (azúcar), para luego:

  • Mover o recolocar el abomaso en su posición normal
  • Evitar que vuelva a desplazarse
  • Seguir un procedimiento no traumático para la vaca

Técnicas con abordaje cerrado (no quirúrgico) para el desplazamiento de abomaso

  • Algunas de las técnicas menos costosas y relativamente rápidas y sencillas son:
  • Volteo: dar la vuelta al abomaso hasta volver a colocarlo en su sitio (tratamiento ineficaz a largo plazo, ya que la mayoría de las vacas presentarán recurrencia).
  • Fijación del abomaso a la pared abdominal con una puntada a ciegas (un punto de sujeción colocado en el abomaso sin abrir el abdomen) o con la técnica del toggle pin (un dispositivo especial para fijar el abomaso en su sitio).
  • Tanto la técnica de la puntada como la del toggle pin evitan que se repita el desplazamiento, pero tienen tasas muy altas de complicaciones, entre ellas la infección y el daño a órganos internos.
  • La colocación laparoscópica (de una cámara de pequeño tamaño dentro del abdomen para ver lo que se hace) puede evitar estas complicaciones.

Técnicas con abordaje abierto (quirúrgico) para el desplazamiento de abomaso

La intervención quirúrgica para tratar el desplazamiento de abomaso puede realizarse con la vaca de pie o tumbada, dependiendo de las preferencias del veterinario, el temperamento y la condición física de la vaca y las instalaciones de cirugía de las que se disponga. El veterinario puede referir la intervención a un cirujano veterinario certificado por el Colegio Estadounidense de Cirujanos Veterinarios (ACVS, por sus siglas en inglés).

Se practica una incisión en la porción lateral o inferior del abdomen para fijar internamente el abomaso a la pared abdominal mediante una sutura.

Técnicas con abordaje abierto (quirúrgico) para el vólvulo de abomaso

La única opción para las vacas con vólvulo de abomaso es someterlas a una intervención quirúrgica abierta que consiste en:

  • Valoración del riego sanguíneo del abomaso (figura 2)
  • Retorno del abomaso a su posición normal
  • Fijación del abomaso a la pared abdominal
Cuidado Posteriores y Evolución

En el caso de algunas vacas:

  • No se consigue fijar el abomaso a la pared abdominal
  • El lugar de la incisión puede infectarse
  • Las complicaciones posoperatorias son más probables si existen otras enfermedades, problemas de salud (p. ej., enfermedad respiratoria [pulmonar]) o deshidratación grave

Tras la intervención quirúrgica, se devuelve a las vacas a la vacada sin ningún cuidado posoperatorio especial, a menos que se hayan administrado medicamentos que requieran un tiempo de espera específico.

Es necesario:

  • Vigilar la herida quirúrgica
  • Tratar las complicaciones de la incisión, si se producen
  • Tratar otras enfermedades coincidentes, como la mastitis

Generalmente, la evolución tras una intervención quirúrgica para tratar el desplazamiento de abomaso es bastante favorable, independientemente de la técnica elegida. Se han notificado tasas de respuesta a corto plazo de hasta el 85-95 %; se desconoce la evolución de las vacas a largo plazo.

El vólvulo de abomaso tiene un pronóstico más reservado, porque la torsión del abomaso puede dañar vasos sanguíneos y la vaca requerirá un tratamiento más intensivo. Es posible que la evolución de las vacas que sufren estrés y taquicardia (>100 latidos/min) no sea tan positiva como la de aquellas tratadas en una fase temprana de la enfermedad.

Lamentablemente, se desconoce cómo evitar el desplazamiento de abomaso. Hay que evitar los cambios rápidos en la dieta. Se ha sugerido que los factores hereditarios pueden intervenir en el desarrollo del desplazamiento de abomaso, así que se recomienda examinar detenidamente las líneas de cría.

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