Obstrucción de las Vías Biliares Extrahepáticas

Associated Terms:
Cálculos Biliares, Peritonitis Biliar, Colelitiasis, OVBEH, Ictericia Obstructiva, Obstrucción del Colédoco, Obstrucción Biliar

Resumen

La obstrucción de las vías biliares extrahepáticas (OVBEH) es el bloqueo del flujo normal de bilis desde el hígado hacia el tubo intestinal. Las causas más comunes de OVBEH incluyen:

  • enfermedad pancreática
  • formación de piedras en el sistema biliar (cálculos biliares)
  • cáncer de páncreas, de las vías biliares o del intestino

En los perros y los gatos, la bilis (una secreción elaborada en el hígado) fluye desde los canalículos biliares (conductos muy pequeños del interior del hígado), atraviesa conductos más grandes que abandonan el hígado, llega a las vías biliares, y después se almacena en la vesícula biliar. La vesícula biliar drena en el conducto cístico y este a su vez en el colédoco, que se vacía en la primera porción del intestino delgado, el duodeno. La bilis ayuda en la digestión y contiene bilirrubina, un producto de degradación de los glóbulos rojos.

Es fácil comprender que si la bilis no puede fluir hacia el intestino, el animal se pondrá muy enfermo. La acumulación de productos de degradación de los glóbulos rojos en la sangre tiene un efecto negativo sobre muchos órganos, incluidos el corazón, los riñones, los pulmones y el cerebro. Si las sales biliares están bloqueadas y no consiguen llegar al intestino, tampoco podrán digerirse ni absorberse las grasas ni las vitaminas liposolubles, y se multiplicarán las bacterias tóxicas.

Manifestaciones Clínicas

Los animales con obstrucciones biliares suelen ser los pacientes más enfermos que los propietarios de animales llevan a la consulta de los veterinarios de atención primaria. Los signos de perros y gatos con enfermedades quirúrgicas de las vías biliares y la vesícula biliar son inespecíficos y se parecen a los de otros trastornos abdominales. Los signos pueden aparecer y desaparecer durante varias semanas hasta que se lleva al animal al veterinario. Los signos registrados con más frecuencia en animales con obstrucciones de las vías biliares son:

  • reducción del apetito
  • vómitos
  • diarrea
  • letargo
  • ictericia (coloración amarilla de las membranas mucosas, el blanco de los ojos y la piel)

Muchos animales con obstrucción de las vías biliares no son examinados hasta que aparecen signos clínicos de ictericia. Estos animales suelen sufrir una obstrucción completa de las vías biliares y están mucho más enfermos de lo que parece.

Diagnóstico
Figura 1: proyección radiográfica lateral de un gato con numerosos cálculos radio-opacos en la vesícula biliar y, probablemente, con un cálculo grande en el extremo del colédoco.
Figura 2: ecografía focal de las vías biliares extrahepáticas. Hay un colelito (cálculo) en el conducto cístico con ensombrecimiento acústico mínimo y se ve una distensión del conducto cístico.

La obstrucción de las vías biliares causa un aumento de la bilirrubina sérica total, el mecanismo del organismo para retirar los productos de degradación de los glóbulos rojos y suele hacer que las enzimas hepáticas se eleven por encima de lo normal. En casos muy graves, los animales presentarán valores renales elevados, una capacidad de coagulación anómala, presión arterial baja, fiebre alta y niveles elevados de glóbulos blancos circulantes.

A los animales con signos clínicos y anomalías en los resultados de laboratorio compatibles con enfermedades biliares, se les hacen radiografías. Las radiografías son útiles para detectar cálculos en el sistema biliar y otras enfermedades abdominales, que puedan estar relacionadas con la obstrucción de las vías biliares (figura 1). La ecografía abdominal es un indicador muy sensible de la causa de la obstrucción y debe hacerse siempre que se sospeche que un animal sufre una obstrucción de las vías biliares o una enfermedad de la vesícula biliar (figura 2).

La peritonitis biliar es la respuesta inflamatoria del revestimiento de la cavidad abdominal ante la presencia de bilis libre. Se produce por la rotura de las vías biliares extrahepáticas, ruptura de la vesícula o por desgarros en los lóbulos hepáticos que permiten que la bilis se derrame a la cavidad abdominal. La rotura puede deberse a contusiones, una neoplasia, un mucocele de la vesícula, la inflamación de la pared de la vesícula o la obstrucción debido a cálculos biliares, cáncer o parásitos. El veterinario del animal puede hacer pruebas para comparar la concentración de bilirrubina en el líquido abdominal y en la sangre. La peritonitis biliar es una urgencia quirúrgica.

Tratamentio

El principal objetivo de la cirugía es confirmar el proceso patológico subyacente, establecer un sistema biliar no obstruido y minimizar las complicaciones perioperatorias. Debido a la complejidad de la cirugía biliar, el veterinario puede remitir este procedimiento a un cirujano veterinario certificado por el Colegio Estadounidense de Cirujanos Veterinarios (ACVS, por sus siglas en inglés). Las opciones quirúrgicas que puede contemplar el cirujano veterinario incluyen:

  • colecistectomía – extirpación de la vesícula biliar
  • colecistotomía – incisión en la vesícula biliar
  • sonda de colecistostomía – sonda colocada en la vesícula biliar para drenarla
  • coledocotomía – incisión en el colédoco, por lo general para sacar un cálculo
  • coledocoduodenostomía – reconexión del colédoco a otro punto del duodeno
  • anastomosis bilioentéricas (colecistoenterostomía) – unión de la vesícula biliar al intestino delgado para obtener un drenaje permanente
  • stent coledociano – colocación de un stent temporal o permanente en el colédoco
  • colecistectomía laparoscópica – extirpación de la vesícula biliar con técnica laparoscópica
Cuidado Posteriores y Evolución

Los pacientes sometidos a una intervención quirúrgica biliar suelen necesitar cuidados intensivos posoperatorios en un hospital con atención de enfermería disponible las 24 horas y pueden permanecer hospitalizados durante días. Suele necesitarse soporte nutricional y se colocan sondas de alimentación temporales. A menudo se administran analgésicos y antibióticos, así como medicamentos para el hígado.

Los pacientes sometidos a cirugía biliar tienen una tasa de mortalidad alta (28-60 %), aunque las tasas varían mucho dependiendo del trastorno que dé lugar a la cirugía.

Los perros con obstrucciones de las vías biliares corren un mayor riesgo de fallo renal agudo, que se desarrolla por la presencia de endotoxemia bacteriana. Muchos autores han evaluado los factores de riesgo de perros y gatos asociados a la evolución de pacientes sometidos a una cirugía de las vías biliares extrahepáticas. Estos factores incluyen, además del fallo hepático:

  • presencia de peritonitis biliar séptica,
  • recuento elevado de glóbulos blancos,
  • tiempos de coagulación prolongados,
  • presión arterial baja, sepsis y
  • la coagulación intravascular diseminada.

El resultado en perros y gatos con peritonitis biliar varía mucho. Si hay bacterias en el líquido abdominal (peritonitis biliar séptica), el pronóstico es malo. Si no hay bacterias en el líquido abdominal, el pronóstico es favorable con tratamiento quirúrgico, si puede corregirse el trastorno original.

La intervención quirúrgica biliar de gatos con OVBEH tiene una tasa de mortalidad global de alrededor del 50 %, y una mortalidad de casi el 100 % si hay cáncer involucrado. Las causas de la muerte de estos gatos incluyen el deterioro clínico, las fugas de bilis y el paro cardiopulmonar. Los gatos que sobreviven a la cirugía inicial pueden experimentar complicaciones a largo plazo, como colangiohepatitis (inflamación/infección del hígado), pérdida de peso crónica y reaparición de la obstrucción.

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