Artrosis en Gatos

Associated Terms:
OA en Gatos, Enfermedad Articular Degenerativa (Gatos), Osteoartrosis en Gatos

Resumen

La artrosis (OA, por sus siglas en inglés) es la inflamación y posterior descomposición de los componentes principales de la articulación, incluidos el cartílago, la cápsula articular y el hueso subyacente o circundante. La inflamación de la articulación provoca daños y, finalmente, la erosión de la capa protectora de cartílago de la articulación. El hueso subyacente queda expuesto a medida que se desgasta el cartílago, lo que provoca una falta de amortiguación en la articulación. El revestimiento interno de la cápsula articular que rodea la articulación responde mediante inflamación en forma de sinovitis y, finalmente, fibrosis (cicatrización). El revestimiento de la cápsula articular produce el líquido que lubrica la articulación y mantiene sanos el cartílago, los ligamentos y las estructuras internas de la articulación. A medida que la cápsula articular se inflama y se vuelve fibrosa, el líquido articular se diluye y se vuelve acuoso, lo que reduce la lubricación y la amortiguación de la articulación. El dolor de la artrosis está relacionado con el daño del cartílago, la exposición del hueso, la fricción, el cambio óseo y la inflamación dentro de la articulación.

La artrosis puede aparecer debido a un problema primario de la articulación (exceso de fuerza, inestabilidad, traumatismo o forma anormal) o puede aparecer por el desgaste de las actividades de la vida diaria. La causa primaria de la artrosis a menudo no puede identificarse en los gatos y la enfermedad se conoce menos que en los perros.

Articulaciones afectadas

  • Cadera
  • Babilla (rodilla)
  • Tarso (tobillo)
  • Codo

Los gatos de edad avanzada o los gatos obesos son los más afectados, debido al aumento de los factores de riesgo.

Manifestaciones Clínicas

Signos clínicos

  • Movimiento rígido
  • Reticencia a jugar o saltar
  • Cojera
  • Reticencia a ponerse de pie para utilizar el rascador
  • Esconderse o ser menos interactivo

 

Factores de riesgo

  • Predisposición genética. No existen factores genéticos en pacientes felinos que hayan demostrado estar asociados a la aparición de la artrosis.
  • A medida que los gatos envejecen, el cartílago de las articulaciones cambia de composición y pierde capacidad para reparar las zonas dañadas, lo que provoca la degradación del cartílago y la inflamación.
  • El sobrepeso o la obesidad se han relacionado con el empeoramiento de la artrosis en animales y seres humanos. Se ha demostrado que la restricción dietética en perros disminuye la incidencia de la artrosis de cadera, codo y hombro. En los seres humanos, la obesidad se ha relacionado con un aumento de la carga sobre la articulación y una alteración de la alineación, lo que provoca más daños y descomposiciones articulares.
  • Género. No se ha estudiado la asociación de la artrosis con el sexo en perros y gatos.
  • Lesión o traumatismo. La lesión de una articulación provoca daños articulares y la aparición precoz de la artrosis. Los tipos de lesiones pueden incluir fracturas, luxaciones (dislocaciones) y roturas del ligamento cruzado en las babillas (rodillas).
  • Enfermedades óseas del desarrollo. Las enfermedades del desarrollo que provocan una distribución anormal del peso en las articulaciones, como la displasia de codo, o una superficie articular anormal, como la osteocondrosis, predispondrán a la articulación para la formación de artrosis.
Diagnóstico

Signos clínicos

  • Movimiento rígido
  • Reticencia a jugar o saltar
  • Cojera
  • Reticencia a ponerse de pie para utilizar el rascador
  • Esconderse o ser menos interactivo

 

Factores de riesgo

  • Predisposición genética. No existen factores genéticos en pacientes felinos que hayan demostrado estar asociados a la aparición de la artrosis.
  • A medida que los gatos envejecen, el cartílago de las articulaciones cambia de composición y pierde capacidad para reparar las zonas dañadas, lo que provoca la degradación del cartílago y la inflamación.
  • El sobrepeso o la obesidad se han relacionado con el empeoramiento de la artrosis en animales y seres humanos. Se ha demostrado que la restricción dietética en perros disminuye la incidencia de la artrosis de cadera, codo y hombro. En los seres humanos, la obesidad se ha relacionado con un aumento de la carga sobre la articulación y una alteración de la alineación, lo que provoca más daños y descomposiciones articulares.
  • Género. No se ha estudiado la asociación de la artrosis con el sexo en perros y gatos.
  • Lesión o traumatismo. La lesión de una articulación provoca daños articulares y la aparición precoz de la artrosis. Los tipos de lesiones pueden incluir fracturas, luxaciones (dislocaciones) y roturas del ligamento cruzado en las babillas (rodillas).
  • Enfermedades óseas del desarrollo. Las enfermedades del desarrollo que provocan una distribución anormal del peso en las articulaciones, como la displasia de codo, o una superficie articular anormal, como la osteocondrosis, predispondrán a la articulación para la formación de artrosis.
Tratamentio

Se recomienda un enfoque multimodal para tratar la artrosis en los gatos. La base de este enfoque es utilizar una combinación de tratamientos que mejoren el bienestar y la calidad de vida. Es importante tener en cuenta que todas las decisiones de tratamiento se toman en función de cada paciente y en conversación con el propietario de la mascota y el cirujano.

  • Control del peso. Los gatos con sobrepeso son más propensos a mostrar signos de cojera o dolor asociados a la artrosis. La pérdida de peso mediante alimentación controlada o alimentos formulados para la pérdida de peso puede mejorar el bienestar de su gato.
  • Antiinflamatorios no esteroideos. Aunque estos medicamentos (como el meloxicam y el robenacoxib) son eficaces para el tratamiento del dolor agudo, su posible toxicidad disuade a muchos veterinarios de utilizarlos a largo plazo, sobre todo si su gato padece una enfermedad renal. La investigación sobre la seguridad y la dosificación de estos medicamentos para la artrosis en gatos está en curso.
  • Tratamiento farmacológico complementario. Medicamentos como la gabapentina, la amantadina y el tramadol se están investigando cada vez más para su uso en el tratamiento del dolor crónico en gatos. Hay algunas pruebas que apoyan el uso de estos medicamentos, pero no son concluyentes. Su veterinario puede ayudarle a decidir si uno de estos medicamentos podría ser útil para su gato.
  • Suplementos dietéticos. Los suplementos como los ácidos grasos omega-3, la glucosamina y la condroitina suelen ser bien tolerados por los gatos, pero pueden ser útiles o no para reducir los signos de artrosis.
  • Modificaciones ambientales. El uso de peldaños y rampas, y la provisión de lechos blandos pueden mejorar la calidad de vida de su gato.
  • Rehabilitación física. Este campo está empezando a investigarse en gatos e incluye diferentes ejercicios y modalidades, como el tratamiento con láser de baja intensidad, los ultrasonidos terapéuticos y el masaje.
  • Inmunomodulación. Frunevetmab (Solensia) es un anticuerpo monoclonal (proteína específica de los gatos) diseñado para reconocer y unirse a una proteína llamada Factor de crecimiento nervioso (NGF, por sus siglas en inglés), lo que disminuye el dolor asociado a la artrosis. Se administra una vez al mes en inyección.
  • Inyecciones articulares. Las inyecciones en la articulación pueden aliviar el dolor al disminuir la inflamación, lo que ayuda a la curación de la articulación o proporciona amortiguación. Algunos tipos de inyecciones articulares disponibles son las inyecciones de esteroides, el plasma rico en plaquetas, el ácido hialurónico y la tecnología de OsteoCushion. La eficacia de este tratamiento requiere más investigación.
  • Técnicas quirúrgicas. La cirugía para la artrosis es menos frecuente en gatos que en perros, pero puede ser muy útil en determinados casos. Entre las opciones quirúrgicas se incluyen la prótesis articular y la artrodesis (fusión de una articulación dolorosa).
Cuidado Posteriores y Evolución

Aunque la artrosis es progresiva, el tratamiento adecuado de la artrosis o de la causa principal puede dar lugar a una buena calidad de vida. El tratamiento médico permitirá a la mayoría de los gatos vivir una vida larga y activa, y el tratamiento quirúrgico podría ser curativo. Comentar las opciones de tratamiento con su veterinario o con un cirujano puede mejorar en gran medida el nivel de bienestar y la calidad de vida.

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