La ubicación más habitual para eliminar una extremidad dañada o enferma en perros y gatos es en una zona alta, donde la extremidad se une al cuerpo. Esto permite que no haya una parte restante de la extremidad se convierta en un problema para la mascota. Cualquier parte restante de una extremidad podría sufrir traumatismos durante las actividades diarias o interferir con el movimiento.
Las amputaciones parciales de extremidades y las prótesis (extremidades artificiales) en mascotas, son una nueva opción de tratamiento para algunos pacientes. Como ocurre con otros procedimientos, no es una buena opción para todas las mascotas ni para todos los dueños. El control del muñón y el uso de una prótesis requieren atenciones y cuidados diligentes a diario. Es posible que algunos perros necesiten varias prótesis a lo largo de su vida.
Es posible que la amputación se recomiende debido al cáncer, un traumatismo grave o un defecto de nacimiento que ha generado una pata inútil. Se puede necesitar una amputación por otros motivos como una pata dolorosa, una que no se utiliza, o una extremidad con una herida o fractura que no se puede curar debido a innumerables motivos.
Es posible que su veterinario de atención primaria y/o un cirujano veterinario certificado por el Colegio Estadounidense de Cirujanos Veterinarios (ACVS) recomienden pruebas diagnósticas adicionales antes de la amputación de una extremidad. Dependerá del motivo de la amputación y de la edad y el estado de salud general de su mascota.
- Análisis de sangre: recuento sanguíneo completo, bioquímica y análisis de orina. Se utiliza para evaluar la salud general de su mascota.
- Radiografías: de la extremidad a extirpar, de la extremidad del otro lado para asegurarse de que pueda soportar el peso adicional, y placas del tórax o abdominales para asegurarse de que no haya signos de cáncer.
Una posterior consulta a su veterinario puede dar lugar a una remisión a un cirujano certificado por el ACVS, para explorar por completo las opciones.
En el caso de una pata delantera, la amputación que tiene más éxito y mejores resultados estéticos es la “desarticulación escapulotorácica”: se extirpa toda la extremidad desde los dedos hasta el omóplato (paletilla). Dado que la anatomía normal de la pata delantera solo tiene músculos que conectan la pata delantera con la pared torácica, es fácil extraer la extremidad cortando estos músculos y cosiendo la zona. Esta extracción completa crea una zona de amputación suave y bien amortiguada en el lado del tórax que no presentará úlceras por presión ni interferirá con el movimiento en modo alguno.
En el caso de una pata trasera, hay dos técnicas principales que se utilizan habitualmente. La primera es una amputación “del fémur alta” que genera un muñón corto y bien amortiguado al nivel del anca/muslo. Se cortan los músculos del medio muslo y se corta el fémur cerca de la cadera. Cuando se cosen los tejidos, esto provoca una buena amortiguación de la pelvis cuando la mascota se tumba y ofrece un buen aspecto estético al mantener la simetría de la zona del anca. La segunda técnica se utiliza con frecuencia cuando la enfermedad de la pata trasera está en el área del muslo; se extrae la pata por la articulación de la cadera, dejando solo la pelvis y los músculos que la rodean. Esta técnica de amputación también tiene mucho éxito, pero queda algo menos de amortiguación sobre el sitio de la amputación y un aspecto menos simétrico.
Un tercer procedimiento, menos utilizado, para la amputación de una extremidad posterior (que se utiliza habitualmente por tumores en la parte superior del muslo, la cadera o la pelvis), es una amputación de la extremidad con hemipelvectomía, en la que se extirpa también parte de la pelvis. Este procedimiento cambia más la simetría del anca que los demás procedimientos, pero es bien tolerado.
A la mayor parte de las mascotas se las da de alta en la primera semana tras la amputación, dependiendo de su bienestar y capacidad para caminar después de la cirugía.
Su mascota se irá a casa tomando analgésicos orales. También se utilizan en algunos pacientes los parches adhesivos de fentanilo. Algunos pacientes también pueden recibir antibióticos después de la cirugía cuando se encuentren en casa. Es posible que su mascota se vaya a casa con un vendaje, según la decisión del cirujano. Se utiliza un collar isabelino en los 10–14 primeros días para evitar que la mascota lama o mordisquee la incisión.
Se recomienda restringir el ejercicio después de la cirugía para proteger a las mascotas de sufrir lesiones mientras ganan fuerza y coordinación después de la amputación:
- La mascota debe permanecer en una ubicación de interior cómoda y segura durante 24–48 horas hasta que se muestre muy estable al ponerse de pie. No permita libre acceso a escaleras o suelos resbaladizos.
- El soporte de un cabestrillo puede resultar útil para ayudar a su mascota a levantarse y mantener el equilibrio, especialmente sobre superficies resbaladizas o irregulares. En el caso de los amputados de una pata delantera, el cabestrillo se coloca bajo el tórax. En el caso de los amputados de una pata trasera, el cabestrillo se coloca bajo el vientre.
- Evite actividades intensas durante cuatro semanas. Puede dar paseos cortos con correa.
Complicaciones:
- Es habitual que se produzcan hematomas en la zona de la incisión, pero deberían mejorar después de varios días
- En el caso de una amputación de pata delantera, en las dos primeras semanas, puede desarrollarse seroma, o líquido bajo la piel, cerca de la parte inferior de la incisión.
- Infección
- Formación de neuroma: En casos muy poco frecuentes, los nervios que se han cortado por una amputación formarán pequeñas masas de tejido nervioso que pueden resultar dolorosas. Esto puede requerir cirugía adicional o medicación analgésica
- Formación de una hernia (ocasionalmente con la hemipelvectomía)
- Hemorragia (ocasionalmente con la hemipelvectomía)
Los clientes se preocupan con frecuencia por el dolor fantasma. El dolor en el sitio de la amputación no es habitual.
El pronóstico funcional en caso de perros amputados quirúrgicamente se considera muy bueno. La mayoría de los perros vuelve a recuperar un alto nivel de actividad y resistencia para su edad. Después de un período de recuperación de cuatro semanas, no se recomiendan limitaciones del estilo de vida.
Los amputados de las extremidades posteriores suelen volver a recuperar una movilidad casi normal; a los amputados de patas delanteras les cuesta más ajustar su marcha. En el caso de las mascotas de mayor edad, aprender a moverse después de una amputación puede llevar más tiempo.
Lo ideal es que mantenga a la mascota con una constitución normal delgada durante toda su vida. Cualquier afección ortopédica menor puede provocar artritis con el paso del tiempo, por un uso y desgaste excesivo; cargar menos peso corporal reducirá la energía que deben utilizar y aliviará algo del estrés que sufren las articulaciones de las tres extremidades restantes.