Criptorquidia significa “testículos escondidos” (cript-: escondido; orquid-: testículos).
Define la anomalía en la que uno (unilateral) o ambos (bilateral) testículos no han descendido con normalidad hasta el escroto. Los criptórquidos unilaterales suelen ser fértiles, mientras que los bilaterales por lo general son estériles. El testículo retenido puede situarse en cualquier punto desde el abdomen hasta el conducto inguinal, que es la ruta de paso habitual hacia el escroto (figura 1). No se ha determinado una única causa de la criptorquidia equina y las causas que contribuyen a esta anomalía siguen siendo poco claras. Es probable que sea consecuencia de una combinación compleja de factores genéticos, hormonales y mecánicos.
La prevalencia de la retención testicular en el lado izquierdo y el derecho es prácticamente igual, aunque el testículo izquierdo retenido suele situarse en el abdomen, mientras que el derecho permanece con más frecuencia en el conducto inguinal. La criptorquidia puede afectar a caballos de todas las razas, pero es más frecuente entre caballos Cuarto de milla, Saddlebreds, percherones y ponis. Se considera hereditaria, de manera que hay que castrar a los animales afectados para evitar la continuación de este defecto congénito y por motivos de seguridad/de conducta (aunque el testículo no descienda, sigue produciendo hormonas masculinas, que dan lugar al comportamiento característico de los sementales). Además, muchas asociaciones de razas no permiten el registro de criptórquidos.
Los caballos criptórquidos suelen tener el comportamiento propio de los sementales, pero la falta de uno o de ambos testículos escrotales puede detectarse mediante la vista o la palpación.
- En el caso de caballos inmaduros, es posible que este defecto no se detecte hasta que sean examinados justo antes de la castración rutinaria.
- En cuanto a caballos maduros sin testículos detectables que se comportan como sementales, puede tratarse de:
- Criptórquidos bilaterales
- Criptórquidos unilaterales cuyo testículo descendido se ha extraído con anterioridad
- Caballos castrados con un comportamiento similar al de los sementales (castrado en un momento posterior de la vida +/- antiguo semental de cría).
La monorquidia (ausencia total de un testículo) es poco común en caballos y solo debe considerarse tras hacer pruebas exhaustivas y, en algunos casos, tras el examen quirúrgico.
El veterinario de atención primaria podría recomendar las siguientes técnicas diagnósticas:
- Combinación de palpación externa y rectal +/- examen ecográfico para localizar un testículo en el abdomen o el conducto inguinal.
- Análisis de sangre para medir la testosterona y los estrógenos conjugados cuando no se cuenta con la historia quirúrgica completa o si no hay testículos palpables desde el exterior (precisión del ~95 %, deben realizarse ambas pruebas si una de las dos no resulta concluyente).
- Niveles de testosterona: medición en sangre antes y después de administrar gonadotropina coriónica humana (hCG).
- Los sementales y los criptórquidos presentan niveles más elevados de testosterona y esos niveles aumentan tras la administración de hCG.
- Por el contrario, los caballos castrados tienen niveles de testosterona bajos que no se incrementan tras la administración de hCG.
- Niveles de estrógenos conjugados: por lo general, los caballos con tejido testicular presentan niveles superiores y suele ser posible identificar a los criptórquidos con una sola medición.
- No es fiable en caballos de menos de tres años ni en burros.
La identificación y la extracción quirúrgica de los testículos no descendidos debe llevarlas a cabo un cirujano veterinario certificado por el Colegio Estadounidense de Cirujanos Veterinarios (ACVS, por sus siglas en inglés). Las características anatómicas de esta zona son muy complejas y los testículos suelen ser más pequeños de lo normal y a veces presentan una conformación/forma anómala y un aspecto anormal. Los cirujanos veterinarios formados de acuerdo con los estándares del ACVS cuentan con conocimientos específicos y están capacitados para diagnosticar y tratar la criptorquidia equina.
- Extracción quirúrgica de ambos testículos:
- Abordaje quirúrgico estándar: con el caballo tendido sobre el lomo y con anestesia general, se practica una incisión, generalmente por encima del anillo inguinal externo. El tejido testicular se localiza con cuidado y se extrae por completo del abdomen o del conducto inguinal, manualmente. El anillo inguinal externo y la incisión pueden cerrarse de forma rutinaria.
- Abordaje laparoscópico: con el caballo de pie sedado o tendido sobre el lomo con anestesia general y utilizando una cámara y un equipo especializado, se distiende el abdomen con dióxido de carbono estéril y se inserta una cámara en el abdomen a través de una pequeña incisión en el flanco (si el caballo está de pie) o en el ombligo (con el caballo sobre el lomo y con anestesia general). Una vez localizado el testículo, se realizan otras incisiones de pequeño tamaño para introducir el instrumental en el abdomen y extraer el testículo.
Con cualquiera de los dos abordajes, debe prestarse mucha atención para garantizar la extracción de todo el tejido testicular y el cierre seguro de las vías de riego sanguíneo al testículo antes de la extracción para evitar un posible sangrado.
Los primeros cuidados tras la intervención quirúrgica dependen del procedimiento elegido (abordaje abierto o laparoscópico); el cirujano certificado por el ACVS proporcionará instrucciones específicas sobre el alta. En caso de abordaje abierto, suelen consistir en reposo en establo y paseo con guía a pie durante un corto período de tiempo con un aumento progresivo del ejercicio tras unos 10-14 días. Si hay puntos de sutura externos, suelen retirarse 10-14 días después de la intervención.
Tras la cirugía laparoscópica, el período de cuidados posoperatorios se reduce mucho y los caballos pueden retomar la actividad al aire libre y el ejercicio ligero tras las primeras 72 horas; los puntos de sutura externos se retirarán a los 10-14 días.
Al igual que tras cualquier procedimiento de castración, en la granja deben tomarse las medidas adecuadas de manejo y socialización.
Como sucede después de cualquier intervención quirúrgica, siempre existe el riesgo de complicaciones, entre ellas:
- Complicaciones mientras el caballo se encuentra bajo el efecto de la anestesia general
- Hemorragia excesiva/no controlada
- Daño accidental de elementos gastrointestinales
- Infección del lugar de la intervención quirúrgica
- Hinchazón posoperatoria
- Dehiscencia del lugar de la incisión, normalmente como consecuencia de una infección y de la hinchazón
Aunque los niveles hormonales descienden casi de inmediato tras la extracción del testículo, suele tomar cierto tiempo y exige entrenamiento para modificar los comportamientos de semental aprendidos, que incluso podrían mantenerse de forma indefinida dependiendo del caballo.