La torsión esplénica se produce cuando el bazo se tuerce sobre sí mismo (figura 1). Esto bloquea la salida de la sangre y en consecuencia produce el agrandamiento del bazo. Sucede con más frecuencia en combinación con dilatación gástrica-vólvulo (GDV), pero también puede aparecer sola. Afecta a perros de razas grandes y gigantes con una estructura de pecho profundo (p. ej.: gran danés y pastores alemán).
La torsión esplénica puede ser una enfermedad aguda (repentina) que se manifiesta con dolor y colapso o puede ser más crónica y asociada con signos no específicos, como:
- dolor de pecho intermitente
- vómitos
- falta de hambre
- hinchazón en el abdomen
- pérdida de peso
- beber y orinar en exceso
Las radiografías y sonogrofia del abdomen son útiles para confirmar el diagnóstico de torsión esplénica. Otras pruebas que pueden ser necesarias incluyen un análisis de sangre y de orina. En determinados casos, puede ser necesaria una cirugía exploratoria para obtener un diagnóstico definitivo.
Se estabilizará a los pacientes antes de la cirugía con sueros intravenosos y transfusión de derivados de la sangre de ser necesario. El tratamiento es la esplenectomía que es la remoción quirúrgica del bazo. Pueden ser necesarios otros tratamientos a criterio del veterinario antes y después de la cirugía. (figura 1).
Su perro tendrá que permanecer con actividad limitada durante las dos semanas siguientes a la cirugía. Es posible que el perro necesite un collar isabelino o una camiseta para evitar que se haga daño a sí mismo a la incisión . Las complicaciones de la cirugía pueden incluir arritmias cardíacas (ritmos cardíacos anormales), sangrado continuo, pancreatitis e infección. En general, el pronóstico es bueno y se espera una calidad de vida normal después de la recuperación completa.