Los cálculos urinarios (urolitiasis) son una afección frecuente responsable de la enfermedad de las vías urinarias inferiores en perros y gatos. La formación de cálculos de vejiga se asocia con la precipitación y formación de cristales de una amplia variedad de minerales. Varios factores son responsables de la formación de cálculos urinarios. La comprensión de estos procesos es importante para el tratamiento y la prevención de los cálculos urinarios. En general, las condiciones que contribuyen a la formación de cálculos incluyen:
- una alta concentración de sales en la orina
- retención de estas sales y cristales durante un determinado período en las vías urinarias.
- un pH óptimo que favorece la cristalización de las sales
- un andamiaje para la formación de cristales
- una disminución de los inhibidores naturales del cuerpo contra la formación de cristales.
La secuencia de acontecimientos que provoca la formación de cálculos no se comprende por completo. Una ingesta dietética elevada de minerales y proteínas en asociación con una orina muy concentrada, puede contribuir a una mayor saturación de sales en la orina. Las enfermedades tales como infecciones bacterianas en las vías urinarias también pueden aumentar la concentración de sales en la orina.
Los signos que puede mostrar su mascota dependen de la ubicación de los cálculos urinarios. La mayor parte de los cálculos urinarios se ubican en la vejiga urinaria o la uretra y solo un pequeño porcentaje se aloja en los riñones o los uréteres. Los cálculos urinarios pueden dañar el revestimiento de las vías urinarias, provocando inflamación. Esta reacción inflamatoria puede predisponer a su mascota a tener una infección bacteriana de las vías urinarias (UTI).
Los signos de los cálculos de vejiga pueden incluir:
- sangre en la orina
- dificultades para orinar
- orinar pequeñas cantidades con frecuencia
- molestias abdominales
- pérdidas urinarias
Los cálculos urinarios pueden bloquear físicamente el flujo de orina, provocando una obstrucción urinaria que requiere un tratamiento de emergencia inmediato.
Los signos de los cálculos uretrales pueden incluir:
- micción intermitente
- dificultades para orinar o asumir la posición de orinar sin producir orina
Si la mascota muestra los signos anteriores de una obstrucción urinaria, debe consultar de inmediato al veterinario.
Los cálculos también se pueden alojar en el uréter (la parte de las vías urinarias que lleva la orina del riñón a la vejiga urinaria) provocando una obstrucción que genera un daño renal grave.
Los signos de los cálculos ureterales pueden incluir:
- molestias abdominales
- disminución del apetito
- letargo
- vómitos
- sangre en la orina
El veterinario de atención primaria probablemente recomiende la evaluación de la sangre y la orina de la mascota. Una obstrucción urinaria puede causar anomalías del ritmo y la frecuencia cardíaca, que se aprecian en un ECG. La identificación de la infección de las vías urinarias asociada con los cálculos urinarios requiere un cultivo, no solo de la orina, sino también del revestimiento de la vejiga o del urolito (cálculo de la vejiga).
Pueden realizarse varias pruebas de obtención de imágenes diagnósticas para evaluar las vías urinarias. Las radiografías y las ecografías son las técnicas de obtención de imágenes que se utilizan con mayor frecuencia. La mayor parte de los cálculos, no todos, se verán en las radiografías (figura 1). Los cálculos que no se ven bien en radiografías simples, pueden diagnosticarse introduciendo un agente de contraste y/o gas en las vías urinarias, habitualmente a través de una sonda urinaria.
Una exploración ecográfica puede ser muy útil a la hora de evaluar los riñones, los uréteres y la vejiga, pero tiene capacidad limitada para evaluar la uretra. Otra técnica que se ha utilizado más recientemente es la gammagrafía, que proporciona un método no invasivo de análisis de la función renal y del flujo de sangre renal.
Tipos de cálculos urinarios
Cada tipo de cálculo recibe su nombre por su composición mineral. Los cálculos más habituales son de estruvita (fosfato de amonio y magnesio), oxalato de calcio, urato, cistina y sílice.
Cálculos de estruvita
El tipo de mineral que se encuentra con más frecuencia en los perros es el fosfato de amonio y magnesio hexahidratado (estruvita, figura 2). Este tipo de cálculo urinario representa el 50 % de todos los cálculos urinarios caninos. La prevalencia en gatos es de aproximadamente el 30 %. Schnauzer miniatura, caniche miniatura, bichón frisé y cocker spaniel son las razas más afectadas. La infección de las vías urinarias es un factor importante en la formación de cálculos de estruvita. La acción enzimática de algunas bacterias sobre la urea aumenta el pH de la orina, lo que disminuye la solubilidad de los cristales de estruvita. La inflamación del revestimiento de la vejiga urinaria aumenta la cantidad de residuos orgánicos en la orina, lo que proporciona una superficie para la cristalización.
Cálculos de oxalato de calcio
En perros, los cálculos de oxalato de calcio (figura 3) representan aproximadamente un 35 % de todos los cálculos, mientras que representan un 50 – 70 % de los cálculos felinos. Los cálculos del riñón o los uréteres de los gatos se han diagnosticado como de oxalato de calcio en un 70 % de los casos. Las razas más afectadas en perros incluyen: schnauzer estándar y miniatura, caniche miniatura, bichón frisé, lhasa apso, yorkshire terrier y shih tzu. Los gatos birmanos, persas e himalayos son las razas de felinos afectadas con más frecuencia.
La cascada de acontecimientos que provoca la formación de cálculos de oxalato de calcio se desconoce en gran medida, pero hay algunos indicios de que los aumentos normales en la concentración del calcio en la orina después de la alimentación podrían participar en la formación de los cálculos. La disminución de la concentración en la orina de los inhibidores naturales del organismo de la formación de cristales y un aumento de la ingesta de oxalato en la dieta, también pueden desempeñar un papel en la formación de cálculos de oxalato de calcio.
Cálculos de urato
La formación de cálculos de urato (figura 4) en perros puede producirse a través de dos mecanismos diferentes. Uno se relaciona con la excreción elevada de cristales de biurato de amonio en los casos de derivaciones portosistémicas. Los perros dálmatas, que tienen un transporte de membrana hepática defectuoso del ácido úrico, formarán también con frecuencia cálculos de urato. Estos cálculos pueden ser difíciles de visualizar con una radiografía, pero se observan fácilmente con una ecografía.
Cálculos de cistina
La eliminación excesiva de cistina en la orina es un trastorno hereditario del transporte tubular renal, que se considera la principal causa de los cálculos de cistina (figura 5). Las altas concentraciones de cistina en un entorno ácido (pH bajo) pueden provocar la formación de cálculos. Los perros salchicha machos de entre 3 y 6 años son los afectados con más frecuencia. Los cálculos pueden ser vagamente visibles en las radiografías, pero se visualizan de forma más clara con una ecografía.
Cálculos de silicato
Se desconoce el mecanismo de formación de los cálculos de silicato (figura 6); sin embargo, puede que haya una relación entre este tipo de cálculo y la ingesta de silicatos, ácido de sílice y silicato de magnesio en la dieta. La formación de estos cálculos se ha asociado con el consumo de grandes cantidades de gluten de maíz y cascarillas de soja, que son ricos en silicatos. Los pastores alemanes, ovejeros ingleses y golden y labrador retrievers son las razas más afectadas.
Los cuidados exactos dependerán de la ubicación de los cálculos y el procedimiento al que se haya sometido a la mascota. El cirujano veterinario proporcionará recomendaciones específicas para usted y su mascota. En general, la mayor parte de mascotas que se recuperan de una cirugía urinaria deben tener una actividad limitada durante las dos primeras semanas de curación. Es posible que la mascota necesite un collar isabelino para evitar traumatismos autoinflingidos en el sitio quirúrgico. Debe controlar a su mascota para comprobar que orina correctamente después de la cirugía, además de recuperar el apetito y los niveles de energía normales. Es habitual que las mascotas tengan una pequeña cantidad de sangre en la orina durante una o dos semanas después de la cirugía urinaria.
Muchos de estos cálculos tienen un elevado índice de reaparición.
Prevención:
Cálculos de estruvita: El veterinario dará recomendaciones específicas respecto a la dieta, y también realizará un control frecuente de la orina. El tratamiento de cualquier infección de las vías urinarias resulta esencial para el éxito de las medidas preventivas.
Cálculos de oxalato de calcio: El veterinario dará recomendaciones específicas respecto a la dieta, y también realizará un control frecuente de la orina.
Cálculos de cistina: El veterinario dará recomendaciones específicas respecto a la dieta, y también realizará un control frecuente de la orina. El pH de la orina debe mantenerse por encima de 7,5. El veterinario puede recomendar un aditivo dietético para aumentar el pH de la orina.
Cálculos de urato: El veterinario dará recomendaciones específicas respecto a la dieta, y también realizará un control frecuente de la orina. Los perros y gatos con derivaciones portosistémicas deben abordar esta enfermedad con una intervención médica o quirúrgica. Los dálmatas pueden beneficiarse de un medicamento que modifique el metabolismo hepático. Los cálculos de urato se pueden evitar en un 80 % de los perros y un 95 % de los gatos.
Urolitos de silicato: el veterinario dará recomendaciones específicas respecto a la dieta, y también realizará un control frecuente de la orina. Deben evitarse las dietas con exceso de silicatos.