Insulinoma es un término utilizado para describir un tumor que produce insulina. Los insulinomas son tumores funcionales de las células beta del páncreas. Un tumor funcional es aquel que produce una hormona, en este caso la insulina. Puede producirse tanto en perros como en gatos.
La producción no regulada de insulina provoca una glucemia baja (azúcar). La glucemia baja puede producir signos neurológicos:
- convulsiones
- colapso
- debilidad generalizada
- actividad mental embotada
El diagnóstico y el tratamiento de las mascotas con glucemia baja puede ser una tarea intensiva que requiera atención 24 horas. Su veterinario de atención primaria puede considerar la posibilidad de remitirlo a un hospital especial con un cirujano veterinario certificado por el Colegio Estadounidense de Cirujanos Veterinarios (ACVS) así como un internista veterinario, donde se pueda realizar un diagnóstico avanzado y proporcionar cuidados intensivos y cirugía avanzada.
El insulinoma solo se diagnostica de forma definitiva con una biopsia obtenida en una cirugía. Las pruebas que apoyarían la realización de una cirugía a su mascota son:
- glucemia baja combinada con un nivel alto simultáneo de insulina en sangre
- descenso de la fructosamina en sangre
- descubrimiento en una ecografía o TC de un tumor pancreático
El tratamiento de las mascotas con un insulinoma implica una combinación de enfoques médicos y quirúrgicos.
Médico
El tratamiento médico implica elevar o estabilizar la glucemia a través de la dieta y medicamentos.
- Dieta: El tratamiento nutricional es instrumental y el veterinario probablemente recete una dieta rica en fibra que permitirá que los azúcares se absorban lentamente. Tomar pequeñas comidas con frecuencia también ayuda a estabilizar la glucosa en sangre para evitar altibajos.
- Esteroides: Estos potentes medicamentos tienen muchos efectos, que incluyen la estimulación del hígado para producir más azúcar.
- Estreptozocina: Este antibiótico destruye selectivamente las células β del páncreas y/o de sitios metastásicos.
- Diazoxida: Este medicamento reduce la secreción de insulina, estimula la producción de azúcar en el hígado y reduce el uso celular del azúcar.
- Octreotida: Este medicamento inhibe la síntesis y la secreción de la insulina.
- Infusión de glucagón: Una hormona polipeptídica administrada para ayudar a aumentar los niveles de glucosa en sangre manteniendo la producción de glucosa por medio de la glucogenólisis y la gluconeogénesis. Puede utilizarse en hospitales para ayudar a elevar el nivel de glucosa en sangre hasta que pueda realizarse un tratamiento más definitivo.
Quirúrgico
La cirugía es esencial para diagnosticar, estadificar y tratar definitivamente a las mascotas con insulinoma.
- El objetivo de la cirugía es eliminar tanta enfermedad como sea posible extrayendo los tumores que producen insulina. Habitualmente, esto implica la extracción de parte del páncreas. En muchas mascotas, esto provocará que la glucosa sea normal durante algún tiempo.
- Su cirujano veterinario también evaluará cada estructura abdominal en busca de evidencias de diseminación (metástasis). Si se observan otros tumores, también se extraerán o se les hará biopsias dependiendo del tamaño, número y ubicación.
Prevea que la mascota permanecerá hospitalizada después de la cirugía durante 1 a 3 días. La parte más importante de la atención después de la cirugía es dejarles descansar. También se administrarán medicamentos para aliviar el dolor y algunos cirujanos veterinarios recetarán antibióticos. La principal responsabilidad postoperatoria del dueño es asegurarse de que su mascota esté comiendo y se encuentre cómoda.
En ocasiones, cuando se extrae un tumor productor de insulina, la glucosa en sangre se eleva mucho, debido a que el cuerpo ha regulado por disminución la producción de insulina y reiniciar la producción lleva tiempo. Adicionalmente, cuando el páncreas se manipula puede inflamarse, provocando pancreatitis. La pancreatitis puede provocar que las mascotas vomiten, no quieran comer y tengan dolor abdominal. En algunos casos, la glucosa en sangre se mantiene baja, lo que indica que hay una enfermedad microscópica residual. Si la mascota ha tenido la glucosa en sangre baja durante mucho tiempo, es posible que se haya producido un daño nervioso permanente que le deje una marcha descoordinada o debilidad.
La metástasis, la reaparición del tumor y el retorno de los signos clínicos de glucosa en sangre baja,son algunas de las preocupaciones que se plantean después de la cirugía y el tratamiento médico. Los perros con un tumor único extirpado quirúrgicamente tienen el mejor pronósticoy sobreviven de un año y medio a poco más de dos años. Hasta un 80 % de los pacientes tiene un tumor único. Los perros con una glucosa en sangre normal o una glucosa en sangre elevada tienen un mejor pronóstico que aquellos que tienen una glucosa en sangre baja persistente después de la cirugía. Las mascotas con metástasis en el momento del diagnóstico no tienen tan buenos resultados y sobreviven de 7 a 9 meses con una combinación de cirugía y tratamiento médico.